¿Por qué?

¿Por qué hacer un blog?, o sería mejor preguntar ¿por qué no hacerlo?
Leí por ahí que algunos observan en este formato una nueva forma de literatura; por lo contrario, otros ven en los blog la peor peste de la cultura (pos) moderna.
Ni una cosa ni la otra.
Una computadora, una conexión a internet, basta. El resto depende de quien escriba. Y de quien lee, comenta o participa de alguna forma.
El blog es personal, así que a partir de ahora no será necesario que aclare que todo lo que escriba en estas páginas (?) o como se llamen será “para mi”.
¿Por qué hago un blog? Para decir algo, contar algo. Lo que intentaré responderme es qué quiero contar y cómo lo quiero hacer.
La música, los libros, los amigos y la familia serán parte de lo que acá se escriba. No responsables, sí participes.
Lo que distingue a los blog es la posibilidad de los “comentarios”; eso me asusta y me atrae. Están en sus dedos.
Otro desafío es actualizarlo. ¿Tendré cosas para escribir todas las semanas? ¿Se puede ser espontáneo y escribir bien?
Mi blog es una posibilidad de comunicación, nada más y nada menos.